Sábado 3 de enero se realizó la clausura del Primer Festival de las Resistencias y las Rebeldías Contra el Capitalismo en la Universidad de la Tierra (CIDECI). El auditorio estuvo lleno, los lugares fueron insuficientes, se tuvieron que implementar otras dos salas para que las diferentes organizaciones, colectivos e individuos pudieran escuchar las palabras finales.
La actividades comenzaron alrededor de las 11 de la mañana, el primer bloque se compuso por dos comparticiones, la primera fue la lectura de un breve comunicado que llevaba la palabra de los pueblos de San Miguel Canoa y San Bernardino Chalchihuapan, ambos en el estado de Puebla, el documento denunciaba al gobernador de la entidad, Rafael Moreno Valle de legalizar el saqueo y los proyectos de muerte, además de reprimir y encarcelar a quienes se oponen a ello y defienden la identidad y autonomía de los pueblos indígenas en el estado, siendo el caso de Jairo Javier Montes Bautista y Raúl Pérez Velázquez, presos políticos del gobernador. También denunciaron que los habitantes de dichos pueblos no pudieron estar presentes en el festival puesto que pesan sobre ellos amenazas contra su integridad así como de invasión a sus comunidades “tendemos nuestro brazo solidario y pedimos su solidaridad”.
También se leyó la palabra de los padres de la guardería ABC, que si bien no pudieron estar presentes, hicieron un llamado de unidad de “todos los que han sufrido la incompetencia de las instituciones” el comunicado continuó con un mensaje de solidaridad y lucha conjunta a los pueblos en resistencia, sobre todo a los padres de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa:
“…compartimos con ustedes la inquebrantable esperanza de encontrar sanos y salvos a nuestros 42 estudiantes desaparecidos, desde Sonora no somos indiferentes ante la barbarie cometida en contra de nuestros estudiantes por parte de aquellos a quienes supuestamente debemos confiar la seguridad y bienestar de nuestros seres queridos, sabemos lo que es la angustia de la inalcanzable búsqueda de nuestros hijos, sabemos el dolor de la incertidumbre, sabemos el dolor de imaginar por lo que debieron haber pasado […] es difícil exigir justicia al gobierno cuando este es el responsable, tan paradójico suena que un Estado se condene a sí mismo…”
Luego de las intervenciones, se dio paso a una larga ronda de propuestas, muchas de ellas emanadas de los ejemplos de otras luchas a nivel local e internacional, así como de las reflexiones realizadas durante las comparticiones a lo largo del Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías Contra el Capitalismo y otras que “no pudieron estar presentes”.
Aproximadamente a las 14:30 hrs se dio un receso para comer, al filo de las 16:00 hrs se reanudaron los trabajos, se agregaron tres espejos más a los 30 que asumidos en la compartición “Compañero David Ruíz García” en agosto del año pasado, los nuevos espejos son el de las desapariciones, encarcelamientos y asesinatos del mal gobierno contra los que luchan, luego siguió el bloque que correspondía a las conclusiones:
“no se trata que saquemos de aquí un gran programa de lucha nacional, mundial e intergaláctico, disculpen a los que se van decepcionados porque esperaban una receta pero no hay fórmulas mágicas que cambien el mundo, la lucha no puede ser de una manera porque nosotros no somos de una sola manera, ustedes nos dicen que no hay que dejar que se hagan las elecciones o llamar a no votar, pero entonces en tres años vamos a estar igual pensando lo mismo, para nosotros los pueblos originarios eso ya no es tema, porque nosotros estamos trabajando por la autonomía y ese es el llamado que estamos haciendo”
Concluyó el Festival con el acuerdo por parte del CNI de llevar a los padres de Ayotzinapa a sus comunidades, el de La Sexta internacional de organizar una caravana fuera del país con ellos y finalmente se reiteró la necesidad de construir organización fuera del sistema capitalista, es decir, apostar al camino de abajo y a la izquierda, el camino de las autonomías posibles tanto en el campo, en la cuidad y en todos los aspectos posibles; la educación, la salud, la comunicación, la alimentación, entre otros, “esa es la tarea y el camino para todos quienes queremos una sociedad justa”.
Entre aplausos, consignas y con el himno zapatista de fondo se dio fin al Festival, con las tareas que delegados y asistentes se llevan a sus diferentes geografías y con la promesa de volverse a encontrar en una segunda edición y construir ese otro mundo posible y otra justicia “ejemplares hay que ser y seguir nuestras consignas; que vivamos por la patria o morir por la libertad”.